(23 DE ENERO, 2023) Por J. Jesús Esquivel.
Genaro y su Equipo de reporteros
Brooklyn, NY – La mesa está puesta. A partir de esta semana en la Corte Federal de Brooklyn, Nueva York, el juicio por narcotráfico en contra de Genaro García Luna, amigo, asesor, confidente, mano derecha y secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón, comenzará a esclarecer las razones del porqué la prensa está involucrada en el caso. Cuando Calderón desató su guerra militarizada contra el narcotráfico bajo la batuta de García Luna, la muerte, desolación, impunidad, impotencia, corrupción y el terror se apoderaron de México.
No obstante, las noticias de aquella barbarie fueron acotadas y vetadas por algunos medios de comunicación y por sus comunicadores. Se forjó un acuerdo entre Calderón y directivos de medios nacionales para no informar a la sociedad mexicana sobre aquel Sexenio de la Muerte, confirmando así el concubinato entre la prensa y el gobierno.
García Luna, hoy sentado en el banquillo de los acusados en la sala 8D que preside el juez federal estadunidense Brian Cogan, en ese México gobernado por Calderón, era el amo, amigo y patrón de reporteros.
Mientras la realidad mexicana horrorizaba al mundo entero, en el país, Televisa, Televisión Azteca y grandes periódicos de circulación nacional se mantenían al margen, guiados por su director de escena; el secretario de Seguridad Pública y Súper Policía, Genaro García Luna.
Negar esa complicidad entre la prensa, Calderón y García Luna es imposible. Existen las fotografías y videograbaciones del evento en la capital mexicana, de cuando se firmó ese pacto de abdicación al compromiso cívico y profesional de informar.
Me enorgullece, como tecleador y como mexicano, ser parte de los muy poquititos medios de comunicación que marcaron la excepción de ese asqueroso y sucio pacto firmado con Calderón para ocultar la realidad y manipular la información sobre lo que acontecía en el país.
Tengo el privilegio de poder ser un tecleador que acudirá diariamente a las audiencias del juicio por narcotráfico de García Luna -a menos que la salud me lo impida- y por ello, no niego que tengo interés personal en poder reportar todo lo que surja de ese proceso judicial porque ayudará a que la sociedad entienda por qué la prensa, sea quien sea el presidente, tiene la inexcusable responsabilidad de cuestionar siempre y, con su trabajo, obligar a la rendición de cuentas a nuestros gobernantes.
Los fiscales del Departamento de Justicia, que deberán presentar ante el jurado calificador y el juez Cogan las pruebas de todo lo que acusan a García Luna, han adelantado que darán a conocer los nombres de directivos de medios de comunicación mexicanos y de reporteros a quienes García Luna sobornaba con dinero para que no informaran sobre sus nexos con el Cártel de Sinaloa.
También los fiscales indicaron que en el juicio era posible que una reportera se presentara a testificar y detallar cómo, por denunciar la narco conexión de García Luna con capos sinaloenses, el confidente de Calderón la amenazó de muerte.
No me corresponde hacer la lista de los nombres de quiénes son los potenciales directivos de medios nacionales ni el de los comunicadores y reporteros que pudieron estar al servicio de la cartera de García Luna. Los fiscales estadunidenses se encargarán de hacerlo si es que el juicio no se suspende antes si García Luna se declara culpable.
Tampoco se necesita ser adivino ni pitoniso para aventurar quiénes podrían salir afectados y pintados como los reporteros de García Luna. Repito, son públicas y están al alcance de todos las evidencias sobre quiénes firmaron el pacto y de lo que esos reclutados hicieron. Con el archivo del trabajo que realizaron se puede revisar cómo reportaron lo ocurrido en el Sexenio de la Muerte y con ello empezar a pensar quiénes podrían ser los “periodistas” que los fiscales gringos quieren exponer.
Mis padrinos, los hijos del Averno, han dibujado hasta el hastío a varios de esos informadores, candidatos natos para ser achicharrados por los fiscales y dignos huéspedes del cazo especial que El Chamuco mandó traer directamente de Santa Clara del Cobre, Michoacán, para tal efecto.
Me pregunto cómo podrá negar Televisa que no fue medio y recurso de García Luna para montajes y si Carlos Loret de Mola, conductor favorito de Calderón y de su Súper Policía, será capaz de inmolarse ante la realidad.
¿Se acuerdan de “El Equipo”, la telenovela producida y dirigida por García Luna y transmitida por Televisa con la que nos mintieron e intentaron convencernos de que la narco corrupción en el sexenio de Calderón era una falacia? Por supuesto que sí. Bueno, no lo creerán, pero a los dueños de Televisa ya se les olvidó. ¡Chin! Me volví a pasar de tinta, que me perdonen mis Padrinos y los fiscales gringos.
